Por
todos lados estamos escuchando que la cosa se va a poner peor. Es cierto que
están sucediendo muchos cambios en nuestro país y en el mundo, y que
definitivamente va a tener que haber un ajuste en muchos sentidos, pero también
es cierto que quienes tienen mejor autoestima se sienten más capaces de salir
adelante, de resolver los problemas, de merecer cosas mejores. Quienes tienen
baja autoestima tienen la convicción de que su situación no tiene remedio, que
no está en sus manos hacer nada, y por lo tanto dejan de probar alternativas y
se estancan. Así es que si tú quieres aprender a afrontar una crisis con una
actitud de fortaleza y verla llena de retos y oportunidades que te abrirán
nuevas puertas, no dejes de trabajar en tu autoestima, que es el motor que te
ayudará a vencer cualquier adversidad y salir adelante con excelentes
resultados.
Esto
suena muy bonito…Pero ¿cómo trabajo mi autoestima si la situación es mala?
1. Nuestra manera de pensar es determinante, tanto
en la manera de percibirnos, como en la actitud que tenemos hacia nosotros
mismos y hacia los problemas. Los pensamientos positivos sirven para ejercitar
nuestra fuerza de voluntad en los momentos difíciles. Recuerda las palabras de
Henry Ford: “Tanto si crees que puedes, como si crees que no puedes, en ambos
casos tendrás razón”. Mientras más problemas enfrentes y resuelvas, más se
fortalecerá tu autoestima.
2. Toma en cuenta que los errores o fracasos no son
más que conductas equivocadas o decisiones mal tomadas, pero no reflejan
nuestro valor como personas. Simplemente indican que en otras ocasiones nos
faltó información, ciertas habilidades o analizar la situación de una manera
diferente para actuar de una forma distinta.
3. No llegues todos los días a casa quejándote de
la situación económica. Si bien no es la mejor, tener una actitud negativa será
de poca ayuda y terminarás contagiando a todos los miembros de tu hogar. Si ya
no puedes pagar el gimnasio, realiza tus actividades físicas al aire libre,
disminuye las comidas afuera o remítelas a un gusto menos costoso como un
postre o un helado.
4. Disponte a salir de tu zona de confort:
necesitamos ser flexibles y estar dispuestos a tolerar la incomodidad y el
estrés que cualquier situación nueva y desconocida puede generarnos. Pero si no
estamos dispuestos a salir de nuestra comodidad y nos afianzamos a lo anterior,
no vamos a encontrar las mejores soluciones y el sufrimiento va a ser mucho más
intenso.
Life Coach Internacional
Embajadora líder en Venezuela
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